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Restaurante A Centoleira, Guardianes de tradición
21 de diciembre de 2018
En el capítulo 9 del programa de televisión Guardianes de Tradición, serie de estreno exclusivo en Canal Cocina, viajamos a Pontevedra para conocer el restaurante A Centoleira un lugar donde dejarse atrapar por su atmósfera. Para ver el programa en Canal Cocina puedes consultar la sección "dónde vernos" y no perderte ninguna de las entregas.
Los orígenes de este restaurante nos trasladan a 1884 hasta la playa de Beluso en Bueu. Según los documentos de la familia, ya existía la casa, era un antiguo atador donde se dedicaban a atar los aparejos, darles color y secarlos para la pesca.
José Estévez, vecino de Bueu, tiene su vida volcada al campo. Vicenta Laiseca, a la que llaman la "vasca", nace en 1860 en un pueblo de Vizcaya. Sin una razón concreta pone sus ojos en el pueblo. Ambos son dos jóvenes enviudados que deciden por carta acordar su matrimonio y celebrar la boda a escondidas en la parroquia de Beluso. A partir del matrimonio, compran el atador y fundan el local.
Los dos tienen muy buena relación con la fábrica de conservas Massó. El bisabuelo fue tornero en la conservera y la bisabuela, alcaldesa marchante de los productos de la isla. Mientras, el lugar se empieza a convertir en refugio de pescadores de la zona.
La familia aumenta, tienen cuatro hijos. Reforman el atador y le dan un piso más al edificio para las generaciones posteriores. Durante la Guerra Civil, Vicenta envía en barco a su hijo de Vigo a Argentina para que no le lleven al frente y se busque un porvenir. Allí trabaja en el comercio de vinos y en alimentación.
Cuando pasa la crisis de la guerra, vuelve y toma las riendas del establecimiento. Con los conocimientos que adquiere en su viaje y los recursos de su madre, la casa de comidas va creciendo. En pleno momento de auge, "el abuelo" se enamora de la panadera Carmen, la hija de "la bicha".
Actualmente, la panadería La Bicha sigue existiendo tras 5 generaciones en funcionamiento. Es la una unión perfecta porque Carmen se convierte en la gran cocinera del restaurante. Tienen 3 hijas llegando así la tercera generación.
Una de ellas, Tina, se casa en 1965. Junto a su marido Xulio y convencidos por el padre de ella, deciden continuar con el negocio. Se dan cuenta del auge del turismo y crean el Hostal Restaurante La Vizcaína. Se empeñan en tener un atractivo turístico en el establecimiento y se les ocurre poner el marisco expuesto en acuarios. El padre de Xulio los fabrica él mismo y junto a un carpintero de la zona, hace los trabajos de carpintería.
La explosión del turismo se une al aumento de las bodas entre la gente del lugar. Se crea así una oferta gastronómica más potente. Ningún vecino se queda sin casarse porque si no tienen dinero, acuerdan con Tina y Xulio ir pagando una cantidad de pesetas cada mes. En los años 80 llega un punto en el que no se puede crecer más y se inventan las cestas de marisco con su mejor producto: la centolla.
Aparece la cuarta generación. Tina y Xulio tienen tres hijos. Estos se crían viendo todo el movimiento de la cocina, aunque estudian lo que les gusta, como Xulio hijo, que hace arquitectura. Cuando fallece su padre, acompañado de su madre, se pone a la cabeza del restaurante. Desde 2004, cuando muere ella, Xulio se dedica a ser "el arquitecto de la cocina".
En esta casa de comidas son especialistas en los guisos marineros y en los arroces, aunque son conocidos principalmente por la centolla, marisco que Xulio se encarga personalmente de escoger en la lonja. Además, debido a que su abuela era panadera, otro de los platos estrella son las empanadas de múltiples rellenos, preparadas con masa de tres tipos de harina. Una de las más conocidas es la empanada de vieiras.
Grandes personalidades han pasado por las mesas de A Centoleira, entre ellas, algunos presidentes de la Xunta de Galicia o el periodista José Ribagorda, cliente asiduo del local. Según este, A Centoleira es un lugar "con alma". Y es que, sin duda, es un restaurante con mucho encanto para todos los que por allí pasan, donde el sacrificio y la perseverancia está presente cada día.