Gofres belgas

Empezamos esta deliciosa receta de gofres belgas, separando en dos cuencos las yemas de las claras. Una vez separadas, reservamos las yemas a un lado y cogemos las claras.

Con ayuda de una batidora de varillas empezamos a batir las claras y les añadimos el cremor tártaro. Este paso es opcional, ya que puede ser que no tengamos el cremor tártaro. El cremor es un estabilizante que nos ayudara a que las claras nos monten más fácilmente, si no disponéis de él, podéis omitirlo o sustituirlo por unas gotas de zumo de limón. Así que ahora vamos a montar las claras a punto de nieve. Cuando las tengamos las reservamos. A

Por otro lado, volvemos a coger las yemas y con unas varillas manuales las batimos un poco y vamos a ir añadiéndoles la mantequilla fundida poco a poco hasta que se incorpore por completo.

Seguidamente añadimos la leche, también poco a poco junto con el azúcar y la esencia de vainilla.
Ahora mezclamos la harina y los polvos de hornear en un cuenco grande, y una vez mezclado, vamos a ir añadiendo la mezcla líquida a la harina e iremos removiendo hasta conseguir una mezcla densa y sin grumos.

Como paso final, vamos a añadir poco a poco y con movimientos envolventes las claras a punto de nieve a esta mezcla que acabábamos de preparar.

A continuación engrasamos nuestra gofrera y una vez caliente añadiremos una o dos cucharadas de mezcla. Según el tamaño de nuestra gofrera. Una vez tengamos el gofre hecho, lo sacamos de la gofrera y lo dejamos enfriar sobre una rejilla hasta que se enfríe por completo.