El Pozo

Trucos y Consejos

Cómo manipular las ostras

Según atestiguan los antropólogos y conforme a la cantidad y montones de conchas de ostras que se han ido encontrando en cuevas y los abrigos que han ido utilizando los seres humanos, parece ser que a nuestros antepasados por históricos les gustaban más las ostras que la carne de mamut. Desde entonces se ha consumido en todo el mundo, en todas las épocas, en toda la historia y se ha considerado siempre un manjar exquisito, los romanos lo consideraban una exquisitez y se manejaban con la ostra. Cuenta un historiador que el emperador Vitelo llegó a comerse mil ostras de una sentada y que el rey Luis XIV de Francia acostumbraba a regalarse diariamente con una gruesa, una docena, 144 ostras antes de empezar cada comida y eran como 30 platos.

Al comprar ostras y llevarlas a casa, si cuando las vayamos a abrir vemos alguna que esté abierta y cuando la tocamos no se cierra o que tiene un olor más especial, más fuerte de lo normal, hay que desechar la ostra. Hay que comprar buen género, pero muchas veces si la tenemos en la nevera, e incluso en las ostras más frescas, algunas veces te puede salir alguna mala.

Para abrirlas, meter las ostras en una bolsa de plástico, la cerramos, las metemos en el congelador durante 15-30 minutos, de esa manera asfixiamos un poco a la ostra, se abre un poco el caparazón y entonces ya se puede abrir con más facilidad.

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