Garbanzos con bacalao

En primer lugar cocemos los garbanzos si no son cocidos, en agua caliente, con alguna verdura (nosotros hemos utilizado la zanahoria, el puerro, media cebolla, perejil, laurel y sal), durante una hora más o menos. Si lo hacéis en olla rápida en torno a unos 20 minutos podría resultarnos pero esta vez lo vamos a tener un poco menos, porque los vamos a terminar con la cocción junto al bacalao. A priori unos 15 minutos puede resultarnos adecuado, pero puede variar según el tipo de olla que utilicemos. Escurrimos los garbanzos y reservamos el caldo por que le daremos una función muy importante.

Recordad que los garbanzos es aconsejable ponerlos en remojo 12 horas antes de trabajar con ellos en abundante agua templada con sal.

Cogemos el tomate, lo pelamos y lo rallamos para hacerlo como un jugo de tomate. Lo reservamos.

Una vez hecho esto, pelamos los ajos y la cebolla y la picamos en brunoise (pedacitos muy pequeños). Los ponemos en una cacerola con un chorreón de aceite y lo sofreimos. Una vez que la cebolla va cogiendo su característico color, le echamos la harina y mareamos para que se haga un poco la harina, añadimos el pimentón, el tomate rallado y los cominos. Damos movimiento y dejamos unos 7-8 minutos a fuego suave, cuidando que no se nos queme y vigilando la harina.

Una vez que ya tenemos esto, echamos a la cacerola los garbanzos cocidos y el bacalao que hemos desmenuzado. Añadimos la zanahoria que hemos cocido junto a los garbanzos bien troceada. Movemos todo y seguidamente añadimos caldo de la cocción de los garbanzos y un toque de sal (debemos tener cuidado porque el bacalao es un ingrediente salado y no queremos que se nos pase, es mejor poner al punto de sal a última hora). Dejamos a fuego medio unos 10 – 15 minutos, vigilando siempre la textura de los garbanzos para que no se nos vayan a deshacer (por esto hay que cuidar mucho el punto de los garbanzos antes de meterlos junto al bacalao).