Canelon de aguacate relleno de gambas con salsa de frambuesas y chocolate

Primero cortamos finas tiras de aguacate con ayuda de un pelador de patatas. LAS vamos disponiendo sobre un papel film, superponiendo un poquito unas sobre otras, para formar un canelón. Este nos aporta un sabor dulce y textura suave.

Preparamos el sofrito: para ello pelaremos las gambas (reservando unas cabezas) y las picaremos finamente. También picaremos la cebolla y el apio y los sofreimos en una sartén con una cucharada de AOVE, hasta que quede dorada. Añadimos entonces las gambas picadas y removemos hasta que estén bien hechas. El marisco aporta el sabor salado y a mar que combina perfectamente.
Picamos los frutos secos (yo puse anacardos en la foto, pero las avellanas son mucho más afrodisiacas y también le van muy bien) y las incorporamos al sofrito, una vez apartado de la sartén. Esto le dará un toque cujiente especial al relleno.

Rellenamos el canelón preparado y con ayuda del papel film lo vamos enrollando hasta cerrarlo. Con cuidado lo dejaremos sobre el plato, dejando caer un poco del relleno por los lados para que se vea y quede más vistoso.

Para preparar la salsa de frambuesa, ponemos en un cazo un poquito de AOVE y revolvemos tres o cuatro cabezas de las gambas, reservadas anteriormente. Las iremos chafando para que vayan soltando jugos. Cuando hayan cogido color, ponemos una cucharada de brandy y dejamos reposar un minuto. Añadimos unos 150 ml de agua y dejamos hervir durante unos 5 minutos. Pasado el tiempo, colamos el caldo machacando de nuevo las cabezas para que suelten todo su sabor. Añadimos entonces las frambuesas (reservando una para decorar) y trituramos en batidora o Thermomix, junto con una cucharadita de harina de maiz, para espesarla un poco. Le damos un minuto más de calor hasta que tenga consistencia de salsa un poco más espesa.
La pondremos sobre todo el macarrón y un poquito aparte por si apetece un poco más.
Con esta salsa, aportamos un sabor ácido muy recomendado.

Por último, tomamos una onza de chocolate puro y lo rallamos haciendo lascas sobre el macarrón y colocamos la frambuesa y la onza restante junto al canelón para acompañar. Aportamos así un sabor amargo.