Bizcocho de cacao con crema de naranja

El día anterior preparamos la crema de naranja, para que tenga tiempo de solidificarse. Empezamos hidratando la gelatina en agua fría. Ponemos en un cazo 1 litro zumo y la ralladura de naranja, lo ponemos al fuego y dejamos reducir la mezcla a la mitad, aproximadamente. Lo colamos y lo dejamos enfriar. Mientras, en un bol aparte, batimos con unas varillas manuales las yemas, un huevo y 150 g de azúcar. Añadimos la maizena y, finalmente, despacio el zumo de naranja. Volvemos a poner al fuego bajo y lo cocemos hasta que espese, removiendo siempre con las varillas manuales. Retiramos del fuego y añadimos la gelatina escurrida, removiendo para que se deshaga. Dejamos enfriar la crema y la guardamos en la nevera hasta el día siguiente.

Para hacer el bizcocho, batimos cuatro huevos con 100 g de azúcar hasta que la mezcla doble de volumen. Después, añadimos la mantequilla y volvemos a batir. En un bol aparte, cernimos 100 g de harina, el cacao, la levadura y la sal. Añadimos a la mezcla de huevos y azúcar y mezclamos con la ayuda de una espátula, realizando movimientos envolventes. Ponemos la masa obtenida en un molde de cremallera de 20 cm, previamente engrasado y cocemos a horno precalentado a 180ºC hasta que pinchando con un palillo este salga limpio. Dejamos enfriar.

Mientras, preparamos el almíbar. Ponemos 200 g de azúcar, el Cointreau y 150 ml de zumo de naranja en un cazo al fuego y los dejamos hervir unos diez minutos hasta conseguir la consistencia de un jarabe.

Para montar el pastel, partimos el bizcocho en dos partes transversalmente. Colocamos la parte inferior sobre la bandeja donde vamos a servirlo, lo embebemos bien con la mitad del almíbar y distribuimos por encima la mitad de la crema. Colocamos sobre ella la otra mitad de bizcocho y repetimos la operación, decorando al gusto.