Pisto tradicional renovado

Aunque en la receta de pisto tradicional los pimientos se cocinan en la sartén, esta vez hemos decidido prepararlos al horno que nos gusta más como quedan y le dan muy buen sabor a todos los platos. Por eso, el primer paso en este caso será asar los pimientos al horno, temperatura elevada colocados en una fuente de horno con algo de agua. Precalentar el horno e introducir los pimientos a 200 grados durante aproximadamente media hora. Una vez fuera del horno, les retiramos la piel y los reservmos para utilizarlos después.

Ponemos una sartén con aceite al fuego. Partimos la cebolla y el calabacín en trozos grandes y los añadimos a la sartén junto con el ajo majado. Salpimentamos al gusto y esperamos a que clareen.

Cuando han clareado un poco, añadimos los pimientos que previamente habremos retirado las semillas y troceado y dejamos que se mezclen bien las verduras. Añadimos, pimentón y cúrcuma (esta última si os gusta).

Después de 5 minutos aproximadamente, añadimos el tomate frito, tapamos la sartén y dejamos que se termine de cocer todo.

Mientras tanto, vamos preparando el huevo. Forramos un cuenco pequeño con film de manera que sobresalga. Ponemos unas gotas de aceite al fondo y si nos gusta, algo de chorizo picado.

Después cascamos el huevo en el cuenco, le ponemos algo de sal y lo cerramos.

Una vez cerrado el film, lo añadimos a un cazo con agua hirviendo.

Mientras se hace el huevo, vamos preparando el pan. Cada rebanada, la aplastamos ligeramente y forramos cazuelitas de barro (individuales) con cada rebanada de pan (poner en la cazuelita de barro aceite o mantequilla para que no se pegue).

Mientras se hace el pan y después de unos minutos, sacamos el huevo del agua y lo sumergimos en agua fría para que pierda temperatura. Desenvolvemos el huevo con cuidado.

Una vez que el pan está dorado, lo sacamos del horno y desmoldamos. Ahora ya tendremos un cuenquito de pan.

Una vez que tenemos el huevo y el pan listos, las verduras habrán perdido algo de líquido y entonces las retiramos del fuego.

Por último, preparamos el plato para servir. Sobre el cuenco de pan, colocamos unas cucharadas de pisto y encima el huevo (se le puede poner un chorrito de aceite en crudo por encima). Se sirve acompañado de arroz.