Pasteles de huevo y mermelada de franbuesa

Estos pasteles son sencillos a la par que irresistibles y tienen todo su secreto en conseguir las tres texturas diferenciadas que notamos al comerlos. En esta ocasión y hemos optado por añadirles mermelada de frambuesa, si solos están buenos así ni te imaginas. Como sabéis nos encanta elaborar mermeladas aunque cuando la prisa aprietan también nos gusta disfrutar de una de calidad como las de Pazo de Vilane elaboradas con un 80% de fruta cultivada en sus fincas y recolectadas en su punto justo de maduración

En un bol batimos la mantequilla en pomada junto con el azúcar hasta conseguir una crema espesa. A continuación añadimos uno a uno los huevos batiendo bien después de cada huevo. Seguidamente incorporamos la harina poco a poco sin parar de batir, una vez que está integrada al completo añadimos la leche en tres o cuatro veces. La mezcla queda con un aspecto como de grumos, incluso puedes llegar a pensar que se ha cortado pero es así como debe quedar.
Precalentamos el horno solo por la parte inferior a 200 ºC.

A continuación extendemos la masa de hojaldre y con ayuda de un rodillo enharinado estiramos bien para que quede muy fina. Cogiendo como referencia el tamaño del molde que utilizaremos cortamos círculos de hojaldre que iremos adaptando en cada uno de los moldes, tiene que quedar como un dedo de altura en los laterales del molde. Nosotros hemos elegido moldes de aluminio desechables pero puedes utilizar moldes de cupcakes, obleas de magdalenas.

Cuando están todos los moldes preparados solo tenemos que rellenar con la masa, lo mejor para este paso es verter la masa en una jarra para tener mayor control al echarlo dentro de los moldes, tenemos que llenar justo hasta donde termina el hojaldre.

Ponemos el horno por arriba y por abajo a 180 ºC unos 30-40 min chispa más o menos, hasta que los veamos bien doraditos por arriba. Transcurrido el tiempo de horneado los sacamos y dejamos enfriar unos 10 min en el molde. Cuando hayan templado los desmoldamos con cuidado y cubrimos con la mermelada de frambuesa generosamente.

Y listo, ya solo queda hacer la prueba de fuego!! Partimos uno por la mitad y en la sección tenemos que diferenciar las tres capas o texturas, arriba una costra esponjosa, en medio una masa tipo quesada más densa y abajo la más consistente del hojaldre un pelin crujiente. Si más o menos vemos las tres, reto superado, hemos conseguido unos buenos pasteles!