Pan dulce enrollado de piña y coco

En primer lugar batimos los huevos y agregamos la leche de coco y la mantequilla derretida.

En otro recipiente mezclamos la harina, el azúcar, el coco rallado, la sal y la levadura fresca desmenuzada. Incorporamos el contenido del primer bol y amasamos unos 8 minutos (a mano o a máquina) hasta que la masa no sea pegajosa.

Hacemos una bola con la masa y la colocamos en un bol; tapamos con papel film y dejamos reposar 1 hora o hasta que la masa haya doblado su volumen.

En el caso de usar piña natural la pelamos y la cortamos en trozos pequeños y, en caso de usar piña en lata la escurrimos y la troceamos. Ahora llega el momento de escurrir muy bien la piña, ya que no queremos que nos agüe el pan; para ello una vez la hayamos cortado en trocitos muy pequeños la colocamos en un colador y con la ayuda de un cucharon o un plato que quepa dentro del colador presionamos fuerte para que vaya soltando todo el jugo posible ¡no lo tires, ya que tendrás un rico zumo! En caso de usar piña en lata vamos a necesitar más cantidad que si la usamos fresca, ya que tiene un porcentaje mayor de humedad. Este proceso te va a llevar un rato, pero es importante que la escurras bien.

Cuando la masa haya doblado su volumen, colocamos la masa en una superficie ligeramente enharinada y la extendemos formando un rectángulo de 0,5 cm de grosor aproximadamente. A continuación mezclamos la piña, el azúcar moreno y la mantequilla y lo esparcimos por todo el rectángulo, llegando bien a los bordes.

Despacio e intentando que nos quede prensadito, enrollamos nuestra masa como si hiciésemos un brazo de gitano. Lo cortamos en rodajas anchas y las colocamos espaciadas en una bandeja apta para horno. De nuevo lo dejamos reposar por lo menos una hora para que doble su tamaño.

Precalentamos el horno a 175 ºC y horneamos unos 35 minutos o hasta que estén listos.