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Degustación en el Asiana Taller
01 de junio de 2010
21:00 horas cita en la tienda-restaurante Asiana situado en el ecléctico barrio de Chueca. El objetivo: catar su menú degustación. Al entrar en la tienda nos trasladamos directamente al sureste asiático al encontrarnos con muebles y objetos decorativos de la India, Birmania, China y el Tíbet. La tienda se transforma, pasadas las 20.30 horas, en un romántico e inigualable restaurante donde se disfruta con los 5 sentidos.
Por unas escaleras de madera nos dirigimos a la parte inferior del local donde el arte decorativo se fusiona con el culinario. Siete mesas redondas vestidas con manteles de tonos tierra, velas y flores naturales auguran una estancia de ensueño en lo que fueron los pasadizos del convento de Santa Isabel y que posteriormente se utilizaron como secadero de jamones.
Tras tomar asiento y abrir la carta del menú (14 platos más un Petifour) nos da la bienvenida Rodrigo Hubner, sumiller-jefe de sala. Hubner nos adelanta que el menú está pensado para ser disfrutado en unas dos horas y que las cantidades están calculadas para poder llegar hasta el final, gran alivio para nosotras. Además, se interesa por nuestras posibles intolerancias a alimentos y picantes.
Después de la agradable acogida por parte del equipo de sala llega la hora de ir desgranando cada uno de los cinco epígrafes que componen la carta. Comenzamos abriendo boca con el "Pica-Pica...", siete platitos presentados de forma original donde el mestizaje de sabores y colores es el rey. Destacamos dos: el Foie con puré de piel de limón y teriyaki balsámico adornado con unas finas tiras de hierbabuena y el Satay de codorniz Royale con espuma de coco-lima y chile. La unión de cocinas asiática-peruana nos permiten descubrir la amplia gama de picantes. Un estallido de aromas y sabores combinados en su justa medida consiguiendo un equilibrio total que permite disfrutar de todas y cada una de las notas que lo componen.
Pasamos a "Empezamos..." con un plato peruano el Tiradito de corvina con ají amarillo y rocoto, condimentado con unos granos de sal negra. Le sigue una típica sopa agrio-picante tailandesa llamada Tom Yam donde la multiplicidad de sabores nos hace imposible establecer una semejanza con otros caldos. Por último, Vieira kataiffi con salsa XO, elaborada a partir de cáscaras de mariscos y espinas de pescado cocidas durante 48 horas.
A la llegada de cada plato le sigue una minuciosa presentación del camarero; ingredientes, proceso de elaboración e instrucciones de cómo degustarlo. No son sólo los componentes de cada bocado los que nos descubren claves de la gastronomía de oriente y Perú sino también la forma de servirlos ya que en muchos casos nos encontramos en la mesa con tres o cuatro platos.
Un sorprendente San Pedro con pesto de cilantro, galanga y espuma de curry rojo y un Lomo de buey marinado en soja dulce y lemongrass con ali-oli de jengibre confeccionan el último apartado de salados titulado "Seguimos...". Para acompañar todos los bocados disfrutamos de una amplia gama de panes recién horneados.
Jaime Renedo, jefe de cocina y creador del atípico espacio Asiana, pone la guinda final con dos postres deliciosos: Ravioli de mango y piña aliñado con sorbete de frambuesa y espuma de mascarpone y Almendras con fresas, esponja de bizcocho y lentejas de vinagre balsámico. Sin duda, dos formas sorprendentes de ofrecer productos de temporada.
A los 14 platos con una magnífica presentación, servidos con gran profesionalidad y elaborados con materias primas de primera calidad le sigue un sorprendente "Petifour" que nos deja un dulce sabor de boca.
El equipo de sala hace un trabajo impecable, atentos, simpáticos, agradables y lo suficientemente discretos para que sus necesarias intervenciones ante los comensales no rompan la atmósfera de intimidad de cada una de las mesas.
1:10 horas finaliza la gran experiencia gastronómica en el Asiana Taller, sin duda recomendable para todos los amantes de la fusión de culturas culinarias. Un singular espacio donde nos olvidamos del reloj y desconectamos del mundo real. Aviso para el hiperconectado: en los pasadizos del Asiana no hay cobertura.