¿Qué se cuece? - Sal y pimienta
IV Concurso Nacional de Pinchos de Valladolid
27 de marzo de 2009
Pinchos con forma de fichas de dominó, pinchos que no saben a nada o pinchos convertidos en sopa de ajo instantánea. Todo es susceptible de convertirse en cocina en miniatura. Lo hemos visto en la cuarta edición del concurso nacional de pinchos Ciudad de Valladolid.
Juan Angulo, del Bar Melli (Somo Cantabria) explica su original pincho: "La idea es hacer un homenaje al agua. He conseguido hacer un pincho sin sabor en ese homenaje al agua con gelatina de agua, aire de agua, hielo picado que cruje en la boca y después un poco de agua con gas de Vichy Catalán para limpiar la boca"
La creatividad es una de las principales bazas de los concursantes, incluso en los títulos que les ponen a cada pincho. El gusto es lo que más se valora en este tipo de certámenes.
El alto nivel y la originalidad de los pinchos presentados es algo en lo que coinciden todos los miembros del jurado. "Yo veo un altísimo nivel, sobre todo en imaginación, en creatividad, en sabores, en elaboración... A mí me está sorprendiendo bastante el certamen" según José Ribagorda, miembro Jurado.
Tres jornadas ha durado la competición a la que se han presentado 63 pinchos. El restaurante Baserri, de Pamplona se alza con el tercer premio y el restaurante Boroa, de Vizcaya, con el segundo. El primer premio ha ido a parar a El cocinero Carlos Valentí, del restaurante Baby Beef Rubaiyat de Madrid, con el pincho codornices con chocolate. Este chef ya se alzó con el segundo premio en la edición anterior.