En primer lugar preparamos el marinado. Mezclamos en un bol la salsa de soja, el azúcar, el sake, el mirin, una pizca de sal, shichimi y de ajinomoto. Introducimos el solomillo y lo dejamos marinar tapado con film en la nevera durante 1 hora.

Pasado el tiempo, sacamos la carne de la nevera y la dejamos atemperar en el bol durante otra hora para que al sellarla no esté fría en el interior.

Seguidamente preparamos la salsa. En un cazo ponemos el caldo vegetal, la crema de cacahuete y la salsa de soja. Calentamos hasta que la crema de cacahuete se disuelva. Una vez disuelta añadimos la nata y cocinamos hasta que reduzca y espese un poco. Reservamos.

Preparamos un bol de agua con hielo para sumergir la carne una vez este sellada.

Una vez atemperada la carne, ponemos una sartén a calentar con un chorrito de aceite de oliva.

Escurrimos el solomillo del marinado y lo secamos con papel de cocina. Lo sellamos rápidamente por todos los lados y lo incorporamos al bol de agua con hielo unos segundos. Secamos con papel de cocina y lo cortamos en láminas finas de bocado.

Preparamos un plato con una base de salsa. Encima disponemos la lechuga mezclum y la carne cortada. Cubrimos con la cebolleta picada, semillas de sésamo y cebollino. Rociamos con un chorrito de aceite y acompañamos con la salsa.