Comenzamos clarificando la mantequilla. Para ello ponemos la mantequilla en un cazo a fuego suave hasta que se derrita y se separe el suero de la grasa. Así no se nos quemará cuando vayamos a usarla.

En una sartén caliente ponemos los mejillones y los vigilamos para sacarlos uno a uno cuando se vayan abriendo. Cuando los tengamos listos los abrimos y dejamos el mejillón con una sola concha.

En la misma sartén añadimos un chorro de vino blanco y levantamos todo lo que había pegado en la sartén. Colamos el caldo y lo reservamos.

Para la bearnesa picamos la chalota muy finamente y la doramos en una sartén con un poco de aceite de oliva. Hidratamos el estragón con el vino de estragón y pasados 10 minutos lo incorporamos a las chalotas. Añadimos un chorrito de vino blanco, el caldo de los mejillones y dejamos reducir hasta que esté espeso.

Ponemos un bol al baño maría e incorporamos las yemas de huevo. Batimos constantemente mientras añadimos la mantequilla en forma de hilo. Añadimos la reducción que acabamos de preparar y mezclamos bien. Salpimentamos y reservamos.

Colocamos los mejillones en una bandeja y salseamos generosamente. Los ponemos gratinamos al horno durante 7-10 minutos.

Sacamos los mejillones y los acompañamos con una ensalada de lechuga y tomates cherry.

En este episodio del programa Supera esto! También puedes ver cómo se elaboran CHOWDER DE MEJILLONES y FALSOS TIGRES DE MEJILLÓN CRUJIENTE.