Para empezar, preparamos la masa decorativa: Tamizamos la harina de trigo con el azúcar glas en un bol.

Agregamos la manteca vegetal y mezclamos con las manos hasta obtener una masa tersa y homogénea.

Dividimos la masa en 2 porciones y las colocamos en 2 recipientes.

Incorporamos a una el cacao y a la otra el extracto de vainilla. Amasamos ambas masas de forma independiente hasta obtener un color uniforme en cada una. Las cubrimos con plástico adherente y las reservamos en la nevera.

A continuación, hacemos la masa principal: Colocamos la harina y la sal en el bol de un robot de cocina.

Agregar la leche mezclada con la levadura en polvo y luego los huevos. Mezclar hasta que se despegue del bol.

Añadimos poco a poco el azúcar y, de la misma manera, la mantequilla y manteca, mezclando hasta que se despegue nuevamente del bol.

Engrasamos ligeramente un tazón, colocamos en él la masa y lo cubrimos con plástico adherente. Dejamos reposar la masa en refrigeración durante 4 horas como mínimo.

Sacamos la masa de la nevera, enharinamos una mesa de trabajo y la colocamos encima. La dividimos en porciones de 70 gramos y las dejamos reposar durante 10 minutos.

Las boleamos y las colocamos en una bandeja de horno separadas por algunos centímetros. Aplastamos ligeramente cada bollo de masa con las palmas de las manos.

Entre dos papeles sulfurizados, estiramos la masa decorativa y cortamos discos más grandes que las conchas. Los colocamos sobre ellas y hacemos el diseño de concha haciendo rayas con un cuchillo. Las dejamos reposar hasta que dupliquen su volumen.

Precalentamos el horno a 170°C. Horneamos las conchas durante 18 minutos o hasta que la base esté dorada. Las retiramos del horno y las dejamos enfriar sobre la rejilla. Servir.

En este episodio del programa Los mejores postres del mundo, la cocinera Andrea Dopico también nos enseña a preparar la receta de Red velvet cake.