En primer lugar, ponemos una olla con agua a hervir.

Por otro lado, fileteamos el pollo en tiras finas y las disponemos en un bol. Lo sazonamos con una pizca de azúcar, sal, pimienta y ajinomoto, una cucharada de salsa de soja, el vino chino y una cucharadita de aceite de sésamo. Mezclamos bien y le incorporamos dos cucharadas de la fécula de patata. Dejamos marinar a temperatura ambiente.

Cuando hierva el agua, blanqueamos los tirabeques cortados en juliana. Escurrimos y reservamos.

En la misma agua cocemos los fideos de huevo durante el tiempo indicado por el fabricante. Escurrimos, rociamos con agua fría para detener la cocción y reservamos en un bol. Le incorporamos un chorrito de aceite de oliva, una cucharadita de aceite de sésamo, una pizca de sal y mezclamos.

A continuación, cortamos la cebolleta, el jengibre y la col china en juliana.

Ponemos una sartén tipo wok a calentar con un chorrito de aceite y tostamos los fideos. Los extendemos en la base del wok y los tostamos por ambas caras sin mezclarlos.

En otra sartén con un chorrito de aceite salteamos el ajo picado junto la cebolleta, el jengibre, la col china, los brotes de soja, los tirabeques y el pollo con el jugo del macerado.

Cuando estén un poco dorados, les incorporamos el caldo de pollo, la salsa de ostras, una cucharada de salsa de soja y una pizca de sal, azúcar y ajinomoto. Añadimos también una cucharada fécula de patata mezclada con un poco agua fría para espesar la salsa.

Cocinamos unos minutos y servimos en la base del plato los fideos tostados. Disponemos por encima la verdura junto el pollo. Decoramos con la guindilla roja cortada en juliana.