En primer lugar, en un bol grande, volcamos la harina y rompemos un huevo. Mezclamos bien, primero con un tenedor y después con las manos hasta integrar los ingredientes.

Seguidamente, derretimos el chocolate con la mantequilla en un plato hondo en el microondas. Reservamos.

Enharinamos nuestra superficie de trabajo y pasamos la masa para trabajarla con las manos. Amasamos hasta que quede lisa. Con un bol del revés, tapamos la masa y dejamos reposar para que no se seque mientras preparamos el resto de la receta.

Ponemos un cazo al fuego con un chorro generoso aceite de oliva.

Lavamos y cortamos las fresas por la mitad, desechando el tallo. Picamos un poco de menta fresca. Mezclamos las fresas con la menta y azúcar moreno. Reservamos.

Con ayuda de un rodillo, estiramos nuestra masa y formamos una lámina rectangular. Cortamos en 6 trozos cuadrados y rellenamos con una cucharadita de la mezcla de fresa machacada, azúcar y menta en el centro.

Montamos el tortellini uniendo una punta del cuadradito con la otra punta formando un triángulo. Con las dos puntas de la base del triángulo, las doblamos hacia dentro superponiéndolas y presionando para que se queden pegadas.

Una vez tengamos formados los tortellini, los añadimos al cazo con el aceite y los dejamos freír hasta que doren.

Retiramos los tortellini bien escurridos, con ayuda de una espumadera o pinzas.

Cubrimos un plato hondo con la crema de chocolate y terminamos con los tortellini fritos.

Servimos.