En primer lugar, encendemos el horno a 180ºC.

Medimos todos los ingredientes de la masa. Si tenemos un vaso robot los introducimos en él y lo accionamos hasta que quede una masa compacta. Si no tenemos, podemos prepararlo a mano teniendo la mantequilla previamente reblandecida y mezclando los ingredientes.

Dejamos reposar unos minutos en el frigorífico.

Una vez lista la masa y sobre una mesa con harina, la separamos en 8 partes.

Después, con la ayuda de un rodillo, extendemos cada parte en un disco pequeño de medio centímetro de grosor.

Forramos un molde de tartaleta con cada disco, presionamos delicadamente con las yemas de los dedos para que coja la forma. Eliminamos la masa que sobresale de los bordes.

Pinchamos la pasta con un tenedor, introducimos las tartaletas en el horno precalentado a 180ºC y dejamos cocer durante unos 18 minutos, hasta que estén doradas.

Mientras se hornean las tartaletas, preparamos el relleno. Para ello, primero cocinamos la nata hasta llevarla a ebullición.

En un cuenco, troceamos el chocolate y vertemos la nata sobre él. Removemos hasta que se derrita y reservamos.

Listas las tartaletas, las retiramos del horno y dejamos que entibie.

Desmoldamos las tartaletas y las rellenamos con una capa fina de mermelada. Vertemos por encima el chocolate aún líquido y dejamos en el frigorífico unos 30 minutos para que cuaje.

Tras los 30 minutos, retiramos las tartaletas para que la masa no se reblandezca.

Decoramos con frutos rojos y servimos.