En primer lugar, debemos marinar el salmón con la salsa. Para ello, sobre un recipiente apto para el horno, ponemos el mirin y la salsa de soja. Seguidamente, colocamos el salmón sin piel ni espinas y lo cubrimos con 3 cucharadas de azúcar moreno. Dejamos macerando al menos 30 minutos. Si disponemos de tiempo, podemos dejar marinando el salmón durante 2 horas en la nevera.

Pasado este tiempo, sacamos el salmón de la nevera y escurrimos la salsa del recipiente. Añadimos una cucharada de azúcar moreno y horneamos el salmón a 180ºC durante unos 20 minutos hasta que los lomos estén asados. Si deseamos que queden más jugosos, reduciremos el tiempo de cocción 5 minutos. 

Una vez esté listo, sacamos el salmón del horno y reservamos la salsa en un cazo mediano, que ponemos a calentar en el fuego.

A continuación, para elaborar la vinagreta mezclamos en un bol pequeño miel, vinagre y aceite de oliva y, con ayuda de un tenedor, batimos hasta emulsionar. 

Servimos el salmón acompañado de la ensalada y de la salsa que hemos obtenido de asar el salmón. Distribuimos unos granos de granada sobre los brotes de ensalada y rociamos esta con salsa vinagreta.

Acompañamos el plato con un vasito de salsa mirin con soja.