En primer lugar, ponemos un poco de agua mezclada con el caldo de carne en una cazuela a hervir.

Añadimos la cebolla pelada y troceada en un par de trozos grandes.

Limpiamos y troceamos la mitad de la zanahoria y la añadimos al resto. Lo dejamos cocer.

Mientras, preparamos el cordero. Lo troceamos y le quitamos la mayor parte de grasa que podamos.

Lo doramos en una sartén con un poquito de aceite. Salpimentamos. Un vez dorado, lo reservamos.

Mientras, limpiamos las alcachofas hasta quedarnos sólo con los corazones. Mientras no las cocinemos, las reservamos en agua con perejil para que no se oxiden.

Cuando la cebolla y la zanahoria que hemos puesto a cocer estén tiernas, las trituramos con todo el caldo.

En una cazuela, ponemos el cordero con el vino blanco. Esperamos a que hierva un par de minutos. Después, incorporamos la salsa que hemos triturado y lo dejamos hervir unos 20 - 25 minutos con una tapa a fuego medio.

Vamos cortando el resto de las verduras, limpias y peladas.

Las vamos añadiendo a la cazuela empezando por las más duras, para que al final estén todas en su punto: primero la zanahoria, luego la patata, las cebollitas, el ajo, las judías verdes, las alcachofas y los guisantes. Añadimos también laurel y romero. Lo dejamos cocer todo unos 10 - 12 minutos.

Finalmente añadimos el cardo, porque al ser en conserva ya está cocido.

Si hace falta, vamos añadiendo un poco de agua.

Una vez que las verduras y la carne estén en su punto, servimos.