Cortamos la cebolla finita y la ponemos a pochar en una sartén amplia, a fuego medio con una nuez de mantequilla. Cuando lleve cinco minutos al fuego añadimos el azúcar y dejamos que se haga lentamente. La cebolla esta lista cuando este transparente y caramelizada.
Mientras se hace la cebolla, cortamos el solomillo de cerdo en filetes circulares de aproximadamente 1 cm de altura.
Preparamos el hojaldre, cortándolo en cuadrados un poquito más grandes que los filetes y reservamos los recortes para las tiras que cierran los cestillos.
Una vez que tenemos lista la cebolla, la dejamos enfriar unos minutos, escurrimos el líquido que no se haya consumido y montamos los saquitos. Sobre los cuadrados de hojaldre ponemos una cucharada de postre de cebolla caramelizada, encima ponemos el solomillo, lo salamos y untamos la mostaza Mallie a la pimienta verde. Doblamos los bordes del hojaldre sobre la carne y cubrimos con un par de tiras de hojaldre. Una vez montados todos los cestillos los pintamos con huevo batido y al horno.
El horno lo precalentamos a 200 grados arriba y abajo introducimos los cestillos de hojaldre en el horno y dependiendo del horno, pero entre 18 y 20 minutos será suficiente para tenerlos listos. Los sacamos y los servimos calentitos.