Antes de comenzar con la recetas, debemos preparar un puchero al menos con un día de antelación. Para ello, ponemos los garbanzos en remojo con agua fría.

Introducimos los ingredientes en una olla alta, teniendo en cuenta que la verdura quede arriba.

Cocinamos a fuego medio-alto, vamos retirando la espuma constantemente para que el caldo quede limpio.

Cuando rompa a hervir, bajamos la potencia del fuego a medio-baja y cocinamos durante 1 hora.

Pasado este tiempo, retiramos y reservamos la verdura y seguimos cocinando el resto de ingredientes durante 2 horas y media más.

Una vez que haya pasado este tiempo, sacamos la carne y los garbanzos. Reservamos la carne junto a las verduras.

Reducimos el caldo durante unos minutos más.

Por otro lado, y con la carne que nos haya sobrado del puchero, preparamos el canelón. Para ello, ponemos el puerro muy picadito en una sartén con aceite y cocinamos lentamente hasta que empiece a tomar color.

Seguidamente agregamos la carne del puchero bien picada.

A continuación, en un cazo al fuego derretimos la mantequilla, agregamos la harina y la cocinamos hasta que este dorada. Entonces añadimos el caldo, removemos con una varilla y esperamos a que rompa a hervir.

Regamos la carne con el vino y dejamos que el alcohol evapore.

Incorporamos el contenido de la sartén al cazo con el caldo y mezclamos bien. Retiramos del fuego y dejamos atemperar.

Cocemos la pasta de los canelones siguiendo las indicaciones del fabricante.

Precalentamos el horno en función gratinado.

Con ayuda de una cuchara vamos rellenando las obleas de canelón y los enrollamos.

Precalentamos el horno en función gratinado.

Espolvoreamos el queso por encima y gratinamos hasta que el queso se funda.

Cuando los canelones estén listos, emplatamos y servimos.