Lo primero que haremos será cocer el pulpo. En una olla con abundante agua añadimos laurel, media cebolla, sal y asustamos al pulpo tres veces. Después introducimos el pulpo y cocemos hasta que esté blando. Reservaremos también parte de su agua de cocción.

Cortamos a groso modo las chalotas y los ajetes, y los doramos en una sartén con un poco de aceite de oliva. Añadimos una cucharada de pimentón dulce, sal y las verdinas escurridas. Salteamos un par de segundos e incorporamos un par de cucharadas del agua de cocción del pulpo.

Continuamos salteando las verdinas hasta que absorban el agua del pulpo. Salamos al gusto y apagamos el fuego.

En una sartén aparte ponemos un poco de aceite de oliva y doramos las patas de pulpo.

Emplatamos colocando en la base el salteado de verdinas con chalotas y ajetes, encima el pulpo y decoramos con cebollino picado, hierbas frescas, un poco de sal en escamas y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.