En primer lugar, pelamos el mango y cortamos un trozo en tiras pequeñas.

Cortamos con mucho cuidado 5 lonchas muy finas de carne de Nebraska y lonchas finas de higos. Cortamos el foie por la mitad, lo pasamos a una manga pastelera y reservamos.

Lavamos el arroz y lo escurrimos.

En una jarra, mezclamos azúcar, sal, vinagre de arroz, mirin y sake. Reservamos.

Seguidamente, ponemos una cazuela al fuego con abundante agua y hervimos el arroz. Una vez hervido, lo volcamos sobre un recipiente de bambú y vertemos un chorrito de la mezcla anterior. Removemos con una cuchara de palo hasta empapar bien todo el arroz.

Con las manos húmedas, distribuimos el arroz sobre el alga nori. Le damos la vuelta de manera que quede el arroz abajo y el alga por arriba.

Con ayuda de la manga pastelera, pintamos una línea gruesa de foie sobre el alga nori. A los lados del foie, añadimos las rodajas de higo. Continuamos con las tiras de mango.

Movemos el alga nori con el arroz, el foie, los higos y el mango a una esterilla de bambú para hacer makis. Es conveniente que tengamos la esterilla forrada de papel film para que al montar el uramaki, no se nos desmorone.

Formamos el maki enrollando la esterilla de bambú sobre el arroz y obtendremos una forma cilíndrica. Abrimos la esterilla y distribuimos por la parte superior las rodajas de carne de Nebraska. Realizamos cortes sobre todo el cilindro de arroz de manera que obtengamos varios makis.

Con ayuda de un soplete, flameamos la carne de Nebraska.

Vertemos unas gotitas de aceite, espolvoreamos un poco de cebolla deshidratada y emplatamos sobre una hoja verde para darle un toque de color a nuestra presentación.

Acompañamos nuestros makis con salsa de soja en un cuenco.

Servimos.