1. Si te animas a hacer tu propio azúcar de naranja, ese es el primer paso que tienes que preparar.  Exprimimos el zumo de las naranjas, reservando el zumo en un plato hondo y la pulpa en un bol... ¡no tiréis nunca la pulpa de la naranja! ¡por favor! jajajaja.

3. Probamos la pulpa y, si fuera necesario, le añadimos un poco de azúcar de naranja hasta adquirir el dulzor que más nos guste. Reservamos.

4. En un bol grande ponemos el mascarpone, si está a temperatura ambiente, mejor que mejor. Batimos con el azúcar de naranja en tandas, para no pasarnos nunca de dulzor y conseguir que se integre mejor. Queremos obtener una crema homogénea, dulce y suave aroma de naranja. Añadimos una cucharadita de esencia de azahar y volvemos a batir hasta integrar. Reservamos.

5. Probamos el punto del zumo y, si es necesario, añadimos un poco de azúcar de naranja hasta adquirir el dulzor que más nos guste. Si no va a comerlo ningún niño y os gusta, podéis añadirle un toque de licor de naranja, ron miel o algún tipo de licor dulce. Incluso el licor de menta o hierbabuena le va bien. Mezclamos.

6. Hora de ir empapando en el zumo los savoiardi. El punto de humedad dependerá de vuestro gusto, a nosotros nos gustan mojaditos pero firmes. Y vamos colocándolos en una fuente o, como en nuestro caso, en moldes individuales.

7. Sobre la primera capa de savoiardi (16 en el caso de la fuente y 4 en el caso de los moldes individuales), disponemos la mitad de la pulpa que habíamos reservado. Sobre ella extenderemos la mitad de la crema de mascarpone distribuyéndola bien.

8. Ponemos otra capa de savoiardi y repetimos la operación: primero la pulpa y encima el mascarpone.

9. Metemos a la nevera durante al menos 2 horas para que tome consistencia. Nosotros solemos dejarlo unas 8 horas e incluso de un día para otro.

10. Antes de servir, espolvoreamos con chocolate 70% rallado y decoramos con onzas del mismo chocolate y naranja confitada.

11. Comemos y a disfrutar ^_^