Lo primero que haremos será preparar una crema pastelera a la manera tradicional: se cuece la leche con la canela, la corteza de naranja y de limón. Se baten las yemas con el azúcar y la harina. Una vez estén bien batidos, esponjoso y blanco de color, se cuela la leche y se incorpora mezclándolo bien a fuego lento y con una lengua. Una vez que coja la espesura adecuada, se retira del fuego y se deja enfriar.

Luego colocamos en un molde individual cubierto con papel film, una capa de bizcocho que cubra toda la superficie del molde (tanto la base como los laterales) y rellenamos con la crema pastelera.

Lo dejamos enfriar en la nevera durante 1 hora y mientras tanto elaboramos un caramelo rubio con el azúcar al que añadiremos la nata líquida, consiguiendo así una salsa de toffee.

Desmoldamos el pastelito y lo servimos con nata montada. Salseamos.

Receta propuesta por Marciana Fernández.