Primero preparamos la ganache, para ello calentamos la nata y mientras esperamos a que hierva, troceamos el chocolate negro para que sea más fácil la mezcla. Un vez la nata empiece a hervir, retiramos el fuego y añadimos los trozos de chocolate. Dejamos que el calor funda el chocolate y luego procedemos a remover hasta que esté todo completamente disuelto. Dejamos que se temple y reservamos.

Ahora es el momento de hacer los bizcochos. Para ello, debemos empezar tamizando la harina, el cacao y la levadua. Reservamos y acto seguido batiremos la mantequilla ( que debe estar a temperatura habiente) durante unos 5 minutos hasta que quede blanquecina y haya doblado su tamaño. Posteriormente, echamos el azúcar moreno y seguimos batiendo hasta que veamos que todo esté bien integrado. Posteriormente añadimos los huevos ( de uno en uno es más fácil que se integren y también podemos romperlos un poco antes de añadirlos ). Una vez todo esté bien integrado, añadimos la mezcla de harina, cacao y levadura a la masa poco a poco, iremos batiendo poco a poco hasta que todo se integre. Añadimos la vainilla a la leche. Echamos la leche poco a poco sobre la mezcla para ayudar a que se integre. Cuando ya no quede ningún grumo dejamos de batir.

Una vez la masa esté lista, la dividimos en 3 moldes de 18cm (previamente impregnados con mantequilla y un poco de harina para evitar que se peguen).Horeamos a 200ª unos 30-35 minutos o hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio.

Ahora preparamos la buttercream. Para ello batimos a velocidad máxima 150gr mantequilla hasta que quede blanca y doble su tamaño. Proseguimos añadiendo el azúcar glacé poco a poco. Cuando este todo mas o menos integrado subimos la velocidad y batimos 5 minutos. Una vez ya esté, añadimos el queso crema (frío) y batimos otro par de minutos. Mientras bate, troceamos 8-9 oreos a mamo o en una picadora y pasándolas por un tamiz las añadimos a la buttercream. Batimos un poco más para que se repartan bien y listo. Refrigeramos la masa mientras esperamos a que los bizcochos se hagan y se enfrien.

Es hora de hacer el almíbar. Calentamos un cazo con 200ml de agua y 200gr de azúcar, se puede añadir un poco de café para potenciar el sabor de la tarta, esperamos a que todo esté bien integrado y el azúcar se haya disuelto. Retiramos del fuego.

Una vez estén listos los bizcochos dejamos enfriar en el molde. Ya fríos podemos desmoldarlos con cuidado y colocarlos sobre una rejilla, los igualamos con la ayuda de una lira o cuchillo y una vez cortados le echamos el almíbar que habíamos preparado.

Una vez todo listo, ya podemos montar la tarta. Colocamos un poco de buttercream en el plato o cartón donde vayamos a montarla. Colocamos el primer bizcocho y la primera capa de buttercream, Troceamos unas oreo con la mano y las acomodamos sobre este primer piso, añádimos ganache del que habíamos preparado por encima y colocamos otro bizcocho. Así hasta terminar. Cuando hayamos hecho esto con todos los bizcochos, el último lo ponemos del revés para que la tarta quede más lisa. Cubrimos con una capa fina de buttercream y refrigeramos hasta que se ponga dura.

Una vez dura la primera capa de buttercream, es hora de tapar la tarta por completo como más te guste. Cuando ya esté lisa, echamos la ganache por encima dejando que caiga por el borde. Hacemos unos copetitos con la buttercream sobre la tarta y colocamos una oreo en cada uno de ellos.