Tarta de cumpleaños de confeti Por: Anna Olson
Claves
Ingr. prin.:Huevos y Lácteos
Plato:Postre
Estilo: Cocina dulce, Cocina de fiesta, Cocina infantil,
Ambiente: Celebraciones, Friends,
Tiempo: alto
Dificultad: medio
Ingredientes principales

Bizcocho

350 g de harina para repostería

350 g de azúcar blanquilla

1 cucharada de levadura en polvo

½ cucharadita de bicarbonato de sodio

½ cucharadita de sal fina

175 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente y cortada en trozos

310 ml de buttermilk, a temperatura ambiente

125 ml de aceite vegetal

5 claras de huevo grandes, a temperatura ambiente

1 cucharada de extracto de vainilla

125 ml de bolitas de colores

Glaseado (crema de mantequilla de armiño)

500 ml de leche al 2%

100 g de harina para todo uso

400 g de azúcar blanquilla

½ cucharadita de sal fina

450 g de mantequilla sin sal, justo por debajo de la temperatura ambiente (18 ° C)

2 cucharaditas de extracto de vainilla

Colorantes alimentarios en gel variados

Virutas o bolitas de colores, para decoración

  1. Preparación de la receta
  2. Bizcocho

  3. Precalentamos el horno a 180 ° C. Engrasamos ligeramente 3 moldes redondos (20 cm). Cubrimos el fondo de cada molde con papel vegetal y espolvoreamos los lados con harina, sacando el exceso.

  4. Tamizamos la harina, el azúcar, la levadura en polvo, el bicarbonato de sodio y la sal en un recipiente grande. Agregamos la mantequilla y usando una batidora con el accesorio de pala mezclamos todos los ingredientes primero a velocidad media-baja hasta que no se vean trozos de mantequilla, aproximadamente 2 minutos.

  5. Añadimos 176 ml de buttermilk y aceite y mezclamos a baja velocidad hasta que se combinen.

  6. En un bol aparte, batimos 125 ml restante del suero de mantequilla con las claras de huevo y la vainilla e incorporamos a la masa de bizcocho. Volvemos a mezclar a velocidad baja hasta que se combinen y aumentamos la velocidad a media-alta. Batimos bien durante unos 3 minutos, hasta que la masa esté esponjosa y espesa. Añadimos las bolitas de colores y revolvemos la masa con la mano.

  7. Vertemos la masa uniformemente entre los moldes y la extendemos para nivelarla. Horneamos los bizcochos durante unos 40 minutos a 180º, hasta que un palillo insertado en el centro de un pastel salga limpio. Los enfriamos en sus moldes durante unos 20 minutos antes de sacarlos de los moldes para que se enfríen por completo. Lo ideal es enfriar los bizcochos durante al menos 2 horas antes de montar la tarta.

  8. Glaseado (crema de mantequilla de armiño)

  9. Para el glaseado, batimos la leche y la harina en una cacerola mediana a fuego medio hasta que espese y comience a burbujear, aproximadamente 4 minutos. Agregamos el azúcar y la sal y continuamos batiendo a fuego medio hasta que la mezcla comience a burbujear nuevamente, aproximadamente 3 minutos más. Vertemos la mezcla (parecerá a pudín muy pálido) en un plato de cristal y la dejamos enfriar, sin tapar, hasta que esté a temperatura ambiente, 20-21ºC.

  10. Verificamos que la mantequilla esté justo por debajo de la temperatura ambiente (18ºC) y con una batidora eléctrica equipada con el accesorio de pala, batimos la mantequilla a velocidad media-alta hasta que quede esponjosa. Agregamos la mezcla de leche enfriada en tres veces, mezclando bien. Echamos la vainilla y el colorante alimentario que más nos guste y usamos el glaseado de inmediato.

  11. Para montar la tarta, colocamos una capa del bizcocho en una fuente o un soporte giratorio y la cubrimos con una generosa cantidad de glaseado, extendiendo hasta nivelar. Repetimos la acción con las siguientes dos capas. Extendemos una generosa cantidad de glaseado en la parte superior de la tarta, intentando que cuelgue sobre el borde. Extendemos el glaseado por los lados de tarta y lo alisamos usando una espátula, uniéndolo al glaseado que sobresale de la parte superior. Enfriamos la tarta un poco antes de decorarla.

  12. Para decorar, cubrimos los lados con las virutas de colores y usamos cualquier glaseado sobrante en una manga pastelera equipada con una punta decorativa, para decorar la parte superior de la tarta.