Tarta de cerezas y chocolate blanco Por:
Claves
Ingr. prin.:Chocolate
Plato:Postre
Estilo: Cocina dulce,
Ambiente: Celebraciones,
Tiempo: medio
Dificultad: bajo
Ingredientes principales
200 gr Chocolate blanco, troceado en pedazos pequeños (usaremos 100 gr para el bizcocho y 100 gr para la crema)
100 gr Azúcar
1 Yogur natural (puedes usar desnatado, normal o griego, cuanta más grasa, más cremoso)
75 gr Aceite de oliva
3 Huevos medianos
1 cucharadita Esencia de vainilla
175 gr Harina
8 gr Levadura en polvo (medio sobre estilo ROYAL)
100 gr Cerezas deshidratadas
1 cucharada Licor (para hidratar el bizcocho)
Un poquito de mantequilla y harina para preparar el molde
100 gr Nata para montar (35,1% grasa y que esté bien fría) - Para la crema
25 gr Azúcar glass - Para la crema
250 gr Cerezas frescas - Para adornar
  1. Receta paso a paso

  2. Empezamos haciendo EL BIZCOCHO (molde de 20 cm):

    Como siempre, el primer paso antes de que se nos olvide, es engrasar el molde pintándolo con un poquito de mantequilla derretida y esparciendo una fina capa de harina por encima.
    Encendemos el horno a 180 ºC (calor arriba y abajo) y vamos dejando que pre-caliente.

    El siguiente paso es derretir el chocolate, ya que luego querremos usarlo no muy caliente y habrá que dar un poco de tiempo a que temple. Por este motivo, es mejor que derritas ahora los 200 gramos de chocolate, primero usarás la mitad para el bizcocho y luego la otra mitad para la crema, pero nos interesa que esta segunda mitad esté medio fría para cuando la utilicemos. Para fundirlo, podemos hacerlo con el método tradicional de ponerlo en un cacito al baño maría, o bien, trocearlo en pedazos pequeñitos y meterlo al microondas. Si optas por esta opción, te recomiendo que lo vayas haciendo en tandas de unos 30 seg- 1 min. Lo metes, se derrite un poco, lo meneas con una cuchara y lo vuelves a meter. En dos o tres tandas está perfecto. Una vez fundido, reservar.

    En un bol grande, bate el azúcar con el yogur y el aceite hasta que esté bien combinado. Añade los huevos y la vainilla y sigue batiendo. Incorpora con un tamiz la harina junto con la levadura y remueve bien. Añade ahora las cerezas deshidratadas, mezclando con una cuchara y, por último, vierte 100 gramos del chocolate blanco, removiendo de nuevo la mezcla.

    Vierte la mezcla en el molde y mete al horno para que se cueza durante unos 30 – 35 minutos o hasta que el pastel esté dorado y un cuchillo insertado en el centro salga limpio.

    Mientras tanto, puedes preparar LA COBERTURA, que se hace en un pispás. Saca la nata de la nevera y viértela en un bol grande. Con ayuda de una batidora monta la nata ligeramente, no tiene que aumentar mucho su tamaño, con que pierda el aspecto líquido, vale. Añade el azúcar glass y bate un poco más. Por último, incorpora el chocolate blanco (que tendrás derretido de hace un rato y que ya no estará tan líquido) y bate toda la mezcla. Envuelve el bol en film transparente y déjalo que repose en la nevera.

    Cuando el bizcocho esté listo, déjalo reposar unos minutos en el molde. Luego desmóldalo y déjalo que acabe de enfriar sobre una rejilla.
    Para la presentación, puedes cortarle la chepa superior con un cuchillo de sierra, para aplanarlo, o dejarlo tal cual, como prefieras. En cualquier caso, mezcla una cucharada de agua con una de licor (brandy, ron, cointreau, lo que tengas) y pinta el bizcocho con la mezcla.
    Yo suelo cortar la chepa del bizcocho y así no chorrea cuando lo pintas y absorbe mejor el licorcillo.
    Envuelve el bizcocho en papel de aluminio y déjalo que repose de un día para otro, para que absorba bien el licor. No hace falta meterlo en la nevera, si está bien envuelto se conserva bien. Tampoco es imprescindible que esté toda la noche en reposo, pero así se asienta mejor.

    Al día siguiente, saca la crema de nata y chocolate blanco de la nevera y repártela por encima del bizcocho con ayuda de una espátula. Coloca unas cerezas frescas y bien limpitas por encima y chimpún.
    Lo de las cerezas en la parte de arriba es más decoración que otra cosa, pero reconoce que le da a la tarta un aspecto muy bueno. Además, lo de comerse las cerezas con la crema de chocolate es un gustazo.
    Eso sí, ¡cuidado con los pipos! :)