Tarta alaska Por:
Claves
Ingr. prin.:
Plato:Postre
Estilo: Cocina de fiesta,
Ambiente: Romántica,
Tiempo: medio
Dificultad: medio
Ingredientes principales
2 UD. HUEVOS
60 GR AZÚCAR
60 GR HARINA DE REPOSTERÍA
1/2 cucharadita ESENCIA DE VAINILLA
750 GR. HELADO DE NATA
1200 GR. HELADO DE TURRÓN
250 GR. AZÚCAR
125 GR. CLARA DE HUEVO
100 GR. AGUA
4 gotas ZUMO DE LIMÓN
  1. Receta paso a paso
  2. Lo primero que haremos será hacer el bizcocho genovés. Para ello separamos las claras de las yemas. Montamos con una batidora de varillas las yemas con el azúcar hasta que se vuelvan espumosas. Reservamos. Montamos las claras también con la batidora de varillas hasta conseguir el punto de nieve. Tamizamos la harina y añadimos con movimientos envolventes a la mezcla de yemas y azúcar. Por último, también con la ayuda de una espátula, añadimos las claras montadas con movimientos envolventes. Engrasamos un molde de 22 cm. de diámetro y vertemos la mezcla. Horneamos a 180º durante unos 20 minutos o hasta que al pinchar con la brocheta ésta salga limpia. Dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla.

    Mientras se enfría el bizcocho vamos preparando la tarta. Cogemos el bol y forramos con papel film, cortado en dos láminas independientes, que cubran totalmente el molde y que sobresalgan por arriba, para desmoldar después con facilidad. El helado tiene que estar cremoso, por lo que sacaremos unos minutos antes del frigorífico, primero el de turrón y batimos la mitad de la cantidad que os he puesto en los ingredientes. Batiremos con la pala plana de la amasadora, si la tenemos o con un cuchara. Vertemos esta primera capa dentro del molde y extendemos con una espátula pequeña hasta dejar liso. Metemos en el congelador y esperamos hasta endurezca de nuevo y podamos añadir la segunda capa.

    Sacamos el helado de nata y removemos hasta que esté cremoso. Sacamos el molde del congelador y vertemos la capa de nata sobre la primera capa de helado de turrón que ya estará dura. Volvemos a meter en el congelador para que esta segunda capa se ponga dura. Una vez que esté dura esta segunda capa sacamos el helado de turrón que nos falta, lo batimos para ponerlo cremoso y añadimos esta ultima capa sobre la de nata que ya estará dura.

    El bizcocho ya estará frío. Si viene grande cortaremos hasta adaptar al molde, y metemos dentro del bol, encima de la última capa de helado. Tapamos con el mismo papel film sobresalga del bol e introducimos en el congelador hasta que vayamos a servirla. Yo la hice con dos días de antelación. En el congelador no le pasa nada, por eso podéis adelantar el trabajo y hacerlo unos días antes.

    El día que la vayamos a tomar es cuando hacemos el merengue. Para ello necesitamos un termómetro para controlar la temperatura del almíbar y una amasadora con varias velocidades. Se trata del merengue italiano, si no tenéis termómetro tendréis que conseguir el punto de bola del almíbar, que podréis comprobar metiendo los dedos en agua y cogiendo con poco con los dedos y viendo que se hace una bola blanda. Otra de las claves para conseguir este merengue es las velocidades de la batidora. Si no tiene tantas velocidades vuestra amasadora tendréis que ir adaptando. Os lo pongo con las velocidades de la Kitchen Aid. Ponemos el agua y el azúcar el cazo al fuego, mezclamos y llevamos a ebullición. Ponemos las claras en el bol de la amasadora con el globo de batir, cuando la temperatura del almíbar llegue a 110º, ponemos en marcha la batidora con velocidad 8. Cuando la temperatura llegue a 119º, apartamos del fuego y vertemos en un chorrito fino sobre las claras con la máquina en velocidad 6. Cuando hayamos vertido todo el almíbar seguimos batiendo a velocidad 4 hasta que el bol esté completamente frío. Cuando ya casi esté, añadimos un poco de zumo de limón que hará que el merengue esté más blanco y brillante. Una vez frío podemos seguir batiendo a velocidad 2 hasta hasta que lo vayamos a utilizar para que no endurezca la cobertura. Una vez listo el merengue, desmoldamos la tarta, la ponemos en un plato de servir, y con la ayuda de una espátula vamos cubriendo totalmente tarta con el merengue, dejando picos para hacerla mas bonita. Una vez cubierta quemamos un poco el merengue con la ayuda del soplete, para darle un efecto más bonito. Servimos.