En primer lugar ponemos en un bol la harina de arroz glutinoso y el azúcar glas. Vamos incorporando agua tibia poco a poco mientras removemos hasta conseguir una masa homogénea y brillante. Si fuera necesario incorporamos un poco más de harina de arroz hasta que la masa se despegue de las paredes del cuenco.

Separamos la masa en tres partes iguales y a cada una de ellas le agregamos unas gotas de colorante de diferente color. Mezclamos bien hasta que consigamos el color deseado y reservamos.

A continuación, ponemos en el vaso de la batidora las semillas de sésamo negro junto 3 cucharadas de azúcar moreno y lo trituramos bien hasta conseguir una pasta.

Seguidamente ponemos en un cazo un litro de agua, el jengibre en láminas y el azúcar blanco. Lo cocemos hasta que el azúcar se haya disuelto. Dejamos reposar el almíbar.

Después hacemos bolitas con las masas de colores del tamaño de un bocado, las aplanamos y las rellenamos de forma alterna con las pastas de sésamo, cacahuete y judía roja.

Cocemos estas bolitas en abundante agua a temperatura media durante 6-8 minutos hasta que brillen.

Escurrimos las bolitas, las colocamos en unos cuencos y lo servimos con el almíbar infusionado de jengibre.