Sopa de ajo con pan sopako
Por:

- Claves
Ingr. prin.:Otros
Plato:Plato único
Estilo: Cocina vasca,
Ambiente: De la abuela,
Tiempo: alto
Dificultad: medio
- Ingredientes principales
525 gr harina de fuerza
50 gr harina de espelta
350 ml agua
10 gr sal
5 gr levadura fresca prensada
1 l caldo de verdura
2 huevos
6 dientes de ajo
5 gr pimientón dulce
Una cucharada aceite de oliva
media cucharadita de sal gruesa
- Receta paso a paso
- En un recipiente amplio vertemos el agua y la levadura y las mezclamos. A continuación agregamos las harinas y la sal y volvemos a mezclar a hasta que todos los ingredientes estén incorporados y amasamos brevemente (10 segundos) acabando en forma de forma de bola. Metemos la masa en el recipiente que debemos haber lavado, secado y untado con aceite y tapamos con nuestro paño de panadero. Repetimos la misma operación (breve amasado – levado) un par de veces más. Dejamos levar durante aproximadamente un par de horas (o hasta que el pan casi haya doblado su volumen).
Transcurrido ese tiempo damos a nuestro pan la forma deseada. En este caso nosotros hemos hecho una especie de rosquilla alargada y un bastón pero también pueden hacerse redondos. Ponemos el pan sobre la bandeja de horno cubierta con papel vegetal y dejamos levar de nuevo aproximadamente una hora más.
Precalentamos el horno a 240º y cocinamos el pan durante 20 minutos. Debemos vaporizar agua para asegurarnos que haya humedad dentro del horno y que nos quede una buena corteza. Transcurrido este tiempo, bajamos la temperatura del horno a 200º y cocinamos durante 25 – 30 minutos más o hasta que esté bien dorado (casi quemado).
Para empezar pelamos y cortamos el ajo en rodajas y lo ponemos en un cazo a dorar con un chorrito de aceite. Mientras cortamos el pan en trozos no demasiado pequeños para evitar que se deshaga del todo en la cocción.
Cuando el ajo esté dorado agregamos el pan y lo sofreímos un poco. A continuación añadimos el pimentón y lo sofreímos también durante unos segundos sin dejar de remover para que no se queme.
Agregamos el caldo y dejamos cocer. Bastará con un par de minutos ya que si nos pasamos el pan se nos va a deshacer del todo y nos interesa que se noten los trozos. Apagamos el fuego y, con el caldo aun hirviendo, incorporamos los huevos y damos un par de vueltas para que se cocinen con el calor. Rectificamos de sal.