Pelaremos y cortaremos una cebolla, en aros finos, y la caramelizaremos en la sartén, a fuego lento, con una cucharadita de azúcar y unas semillas de sésamo, reservándolo caliente.

En la misma sartén, haremos los filetes de solomillos salpimentados en un poco de aceite y reservar. En el poquito aceite donde hemos dorado los solomillos ponemos a pochar un puerro muy picadito. Cuando el puerro esté doradito y pochado añadimos la harina y doramos también

Añadimos entonces el chocolate y enseguida el vino y el caldo para que el chocolate no se nos queme. Aromatizamos con el romero. Y a dejar cocinar a fuego medio-bajo.

Ajustamos la salsa de sal y pimienta y la trituramos (le he puesto una pizca de azúcar en el último momento y una cucharadita de mantequilla para darle más brillo).

A la carne la pondremos sobre una cama de cebolla caramelizada, y sobre ella unas escamitas de sal maldon en el último momento y la rociamos con la salsa de chocolate.