En primer lugar, preparamos las galletas Graham. En un bol, mezclamos el germen de trigo, las harinas, la sal, la canela y el bicarbonato. Reservamos.

Después, en otro bol, ponemos la mantequilla, el azúcar y la miel y mezclamos bien hasta conseguir una mezcla cremosa.

Poco a poco, agregamos al bol de la mantequilla la mezcla de ingredientes secos y removemos hasta lograr una masa fácil de estirar.

Envolvemos la masa en papel film, dándole forma de bollo, y reservamos para que se asiente.

Precalentamos el horno a una temperatura de 180ºC.

Entonces, la cortamos en dos. Estiramos una de las partes sobre papel de hornear con ayuda de un rodillo. Marcamos sobre la masa la forma de las galletas con una regla y una rueda para cortar raviolis.

Pinchamos cada galleta con un palillo. Repetimos el proceso con la otra porción de masa.

Horneamos nuestras galletas a 180ºC durante 10 minutos, sin que lleguen a dorarse demasiado. Pasado este tiempo, retiramos del horno y dejamos que se enfríen.

Por otro lado, preparamos los marshmallows. Hidratamos la gelatina con 5 partes de agua. Diluimos la mezcla al baño maría.

Para comenzar, preparamos un almíbar en una olla añadiendo el azúcar y agua hasta cubrirlo. Agregamos la glucosa y cocinamos hasta conseguir un almíbar a punto de bola blanda. Reservamos.

Después, batimos las claras de huevo a punto de nieve y le añadimos el almíbar. Agregamos la gelatina y seguimos batiendo hasta que la mezcla se enfríe.

Por otro lado, mezclamos la maicena con el azúcar glas. Espolvoreamos con esta mezcla un molde, vertemos la mezcla de almíbar y claras y reservamos en la nevera durante 12 horas.

Pasado el tiempo, desmoldamos y, con ayuda de un aro, cortamos los marshmallows.

Pinchamos un malvavisco y lo tostamos al fuego.

Sobre una galleta Graham colocamos una lámina de chocolate con leche, encima un marshmallow caliente y terminamos con otra galleta.

Servimos.

Fotografía cedida por Virginia Sar, autora de Divino Macaron.