Para comenzar, preparamos las galletas. En un bol, mezclamos la mantequilla con el azúcar blanquilla y el azúcar moreno.

Después, vamos a hacer el cremificado. Con una espátula, aplastamos contra los lados del bol la mantequilla con el azúcar, para conseguir una mezcla cremosa. Esto dará estructura a las galletas.

Cuando adquiera consistencia cremosa, añadimos el huevo a la mezcla. Además, incorporamos la vainilla y mezclamos bien.

Seguido, tamizamos los ingredientes secos: la harina, la maicena, el bicarbonato y la sal.

Agregamos a la mezcla de mantequilla y removemos hasta integrar.

Terminamos la masa añadiéndole las pepitas de chocolate y las nueces troceadas.

Con ayuda de dos cucharas, sacamos porciones de masa y las hacemos una bola.

Le damos forma de galleta a las bolas y las reservamos en la nevera durante 1 hora, para que se endurezca la masa.

Precalentamos el horno a una temperatura de 170ºC.

Después, ponemos las galletas en una placa, dejando sitio entre ellas, y las horneamos a 170ºC durante 15-18 minutos, hasta que estén doradas por los bordes. Dejamos que las galletas se enfríen en la bandeja antes de retirarlas.

Mientras, hacemos el  helado de chocolate. Ponemos en un cazo al fuego la leche con la nata líquida.

Cuando rompa a hervir, lo apartamos del fuego. Vertemos la mezcla caliente sobre el chocolate y removemos.

Seguido, en un bol, batimos las yemas de huevo con el azúcar y vertemos la mezcla poco a poco sobre la del chocolate. Devolvemos la mezcla a la cazuela y seguimos cocinando a fuego medio hasta que la crema espese.  

Ponemos la mezcla en la heladora y la ponemos a funcionar durante 10-20 minutos, hasta que se congele. Después, metemos en el congelador para que se endurezca y solidifique.

Montamos las galletas. Ponemos una buena cantidad de helado entre dos galletas de chips de chocolate.

Servimos.