En primer lugar, precalentamos el horno a una temperatura de 200ºC.

Para preparar la masa, mezclamos la harina con una cucharadita de sal, otra de pimentón y un poco de clavo en un bol grande. Agregamos los 100 gramos de mantequilla, 1 yema de huevo y 2 cucharadas de agua fría, y amasamos todo hasta obtener una masa elástica y homogénea. Guardamos en la nevera.

Para preparar la salsa, batimos los huevos, la clara, la nata y la leche en un cazo. Sazonamos con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada rallada.

Limpiamos la coliflor, la lavamos y la cortamos en ramilletes. Pelamos su tallo y lo cortamos en dados.

Blanqueamos la coliflor durante tres o cuatro minutos en una cazuela agua hirviendo y sal.

Vertemos la coliflor en un colador, la pasamos por agua fría y dejamos escurrir bien.

Por otro lado, limpiamos las cebolletas, las lavamos y las cortamos en rodajas finas. También lavamos los tomates cherry y los secamos con un paño. Vertemos el maíz en un colador y dejamos que se escurra. Lavamos la albahaca, separando las hojas y picándolas finas. Mezclamos las verduras y la albahaca.

Incorporamos todo al bol con la salsa y rallamos finamente el parmesano y el gruyere.

Extendemos la masa sobre el fondo del molde, cubriendo todas las partes y vertemos nuestra mezcla de verduras.

Introducimos en el horno y dejamos que se cocine hasta que al pinchar el centro el cuchillo salga limpio.

Retiramos del horno y servimos.