Lava las fresas, retira los pedúnculos (hojitas y rabo) y echa en el vaso de la batidora. Parte el limón y exprime con la mano la mitad sobre las fresas. Tritura hasta conseguir un puré fino.

Pon en un cazo el agua y el azúcar. Calienta a fuego medio durante 3 minutos sin remover. Retira, deja que temple y vierte sobre el puré de fresas y limón.

Mueve hasta que la mezcla sea homogénea y rellena las poleras dejando un centímetro libre en la parte de arriba, ya que al congelarse, los líquidos se expanden.

Coloca las tapas con los palos y guarda en el congelador, en posición completamente recta. Los polos necesitarán, al menos, 8 horas, aunque si los dejas 12, te asegurarás de que estén bien congelados.