Precalentamos el horno a una temperatura de 210ºC.

Lo primero que debemos hacer es preparar es la masa. Para ello, mezclamos la harina con agua y sal en una ensaladera.

A continuación, diluimos la levadura en 250 ml de agua templada, vertemos sobre la harina y los mezclamos con las manos hasta obtener una masa homogénea. Después, cubrimos con un paño y dejamos reposar una hora en sitio templado y sin corriente.

Por otro lado, pelamos las cebolletas y las cortamos en juliana. Pelamos también los dientes de ajo. Seguidamente, calentamos a fuego bajo 3 cucharadas de aceite en una cazuela y añadimos las cebollas y los dientes de ajo laminados.

Rehogamos a fuego muy bajo durante 45 minutos.

Extendemos la masa con el rodillo, dándole la forma de pizza. En una fuente apta para horno, espolvoreamos harina y depositamos la masa. Repartimos por encima una capa espesa de cebollas. Añadimos las aceitunas, pimienta, tomillo fresco y el cebollino picado.

Para terminar, horneamos a 210ºC durante 10 minutos o hasta que la masa se dore.

Añadimos un chorro de aceite de oliva y servimos.