Piruletas de morcilla con manzana y salsa de mostaza al vino blanco Por:
Claves
Ingr. prin.:Embutidos
Plato:Entrante
Estilo: Cocina de fiesta,
Ambiente: Buffet,
Tiempo: medio
Dificultad: bajo
Ingredientes principales
1 Morcilla de Burgos
1 Manzana
1 paquete Obleas para empanadillas
2 cucharadas Aceite de oliva virgen extra
1 Huevo (para pintar las obleas)
150 gr. Mantequilla
1 Cebolla
60 ml. Vino blanco
1/2 vaso Agua
1 cucharada Harina
1 Yema de huevo
1 cucharada Mostaza de Dijon Maille al vino blanco
  1. Receta paso a paso
  2. Primero preparamos la salsa: picamos la cebolla muy fina y la ponemos en una sartén junto con la mantequilla. La cocinamos hasta que esté transparente.
    Añadimos la cucharada de harina y removemos para que no se formen grumos.
    Incorporamos el agua y el vino y continuamos la cocción a fuego lento, removiendo de vez en cuando, durante unos minutos.
    Retiramos del fuego. Si preferimos la salsa sin trocitos, en este punto aprovecharemos para triturarlo. Si no, continuamos la receta.
    Añadimos la mostaza y poco a poco y removiendo, la yema de huevo.
    Dejamos enfriar.

    Para preparar las piruletas: primero precalentamos el horno a 180º.
    Pelamos la manzana y la picamos en trocitos pequeños. La ponemos en una sartén junto con el aceite y la pochamos hasta que esté blandita.
    Quitamos la piel a la morcilla y la desmigamos sobre la sartén. Dejamos que se haga junto con la manzana, hasta que esté cocinada.
    Sobre la bandeja del horno ponemos un papel de hornear y colocamos las obleas. Rellenamos cada oblea con un poco de la mezcla de morcilla y manzana, ponemos un palillo de brocheta y colocamos otra oblea encima. Presionamos ambas obleas con un cortapastas o cortador de galletas con la forma que elijáis (yo he utilizado uno redondo con blonda, pero se puede usar uno con forma de flor, de corazón...) hasta cortarlas, y retiramos el excedente de pasta. Hacemos esto con todas las obleas.
    Pintamos las obleas con el huevo batido y horneamos aproximadamente 10-12 minutos, hasta que tomen un color dorado.
    Sacamos del horno y esperamos lo justo para no quemarnos la boca!