Pierna de cordero asada con tomillo y salsa de ciruelas
Por:

- Claves
Ingr. prin.:Carne
Plato:Principal
Estilo: Cocina española,
Ambiente: Celebraciones,
Tiempo: alto
Dificultad: bajo
- Ingredientes principales
1 pierna de cordero entera de 2 kg (con el hueso)
aceite para untar
sal marina y pimienta negra recién molida
1 cabeza de ajo, con los dientes separados, pelados y partidos por la mitad
1 manojo grande de tomillo fresco
unas cuantas anchoas o salsa Worcestershire
SALSA DE VINO Y CIRUELAS
1 vaso grande de un buen vino tinto (cuanto más bueno sea, mejor estará la salsa)
1 cda. de harina blanca
550 ml de caldo líquido de buena calidad
1 cda. de mermelada de ciruela
- Receta paso a paso
- Precalentar el horno a 250 C. Untar el cordero con aceite y colocar en una rejilla dentro de una fuente de asar. Sazonar con sal y pimienta y, con un cuchillo afilado, hacer algunas incisiones en la carne. En cada corte introducir un poco de ajo y de tomillo, presionando para evitar que se quemen en el horno. Introducir también las anchoas, si se usan, o rociar con la salsa Worcestershire.
Asar el cordero en el horno unos 220 minutos, hasta que se dore, después bajar la temperatura a 160 C y dejar 1 hora y 10 minutos.
Una vez asado el cordero, sacarlo del horno y ponerlo en otra fuente, conservando todo el jugo para la salsa. Apagar el horno, volver a introducir la carne y, con la puerta abierta, dejar reposar el cordero unos 30 minutos. También se puede colocar en una bandeja caliente, tras sacarlo del horno, y cubrir con una lámina de papel de aluminio.
Mientras el cordero reposa, preparar la salsa. Escurrir toda la grasa que sea posible de la bandeja de asar y luego ponerla al fuego. Añadir el vino y hacer que hierva a fuego fuerte hasta que se reduzca a la mitad, raspando el fondo de la bandeja para desprender los trocitos pegados. Dejar caer la harina espolvoreando en una esquina de la bandeja y mezclar con un poco de vino reducido para eliminar los grumos. Luego incorporar el caldo a la mezcla de harina y vino.
Probar y rectificar la sazón. Añadir 1 cucharada de mermelada de ciruela y calentar a fuego suave, removiendo todo el tiempo. La salsa debe empezar a espesarse ligeramente. Probar de nuevo, ajustar la sazón, si es necesario, y servir con el delicioso cordero. Si se han formado grumos, pasar la salsa por un colador, aunque yo prefiero las texturas no demasiado homogénenas. Servir con patatas asadas crujientes o verduras.