Lo primero, pelamos las peras. Las ponemos en un cazo con azúcar, una rama de canela, dos clavos y cubrimos con vino tinto. Además las cocemos con las pieles de las peras, para aprovechar la pectina que suelta.

Ponemos a cocer las peras a fuego muy suave durante media hora.

Retiramos las peras y dejamos cocer el vino otra media hora más, hasta que el vino reduzca y espese a punto de almíbar y listo.

Por otro lado, preparamos unas natillas batiendo el azúcar con las yemas.

Calentamos la leche con una rama de canela, cuando hierva, la colamos y cuando haya perdido calor, la mezclamos con las yemas y el azúcar.

La colocamos otra vez al fuego y continuamos removiendo hasta que la mezcla adquiera la consistencia de unas natillas. No tiene que llegar a hervir.

Servimos las peras con las natillas en el fondo del plato y un barquillo.

Receta propuesta por Ana Mª Sáinz