Ponemos a cocer las patatas peladas y troceadas en una cacerola cubiertas de agua con una hoja de laurel y sal. También ponemos a cocer un huevo. 

Por otro lado, en una sartén con aceite, doramos una rebanada de pan. Lo machacamos en el mortero junto con el perejil, el comino y la yema del huevo duro.

Cuando las patatas estén listas, añadimos la clara de huevo duro en trocitos,  la mezcla del mortero mezclada previamente con un poco del caldo de las patatas y dejamos que dé un hervor todo junto. Poner a punto de sal y pimienta.

Servir con un poco de perejil fresco picado.

Receta proporcionada por Mª Carmen Pestaña