Precalentamos el horno a 190ºC.

Engrasamos un molde redondo, forramos la base y lo volvemos a engrasar.

Batimos bien los huevos. No es necesario hacerlo a máquina ya que no es conveniente que incorporemos mucho aire a nuestra masa. Lo más sencillo es hacerlo a mano con unas varillas.

Añadimos a los huevos el aceite, el azúcar, la leche y la vainilla y lo incorporamos todo con las varillas.

A continuación ponemos unos 400ml de esta mezcla en un bol y sobre ella tamizamos 175gr de harina y media cucharadita de levadura. A continuación lo mezclamos todo y reservamos.

En el otro bol tamizamos 125gr de harina, media cucharadita de levadura y los 30 gramos de cacao en polvo. Le añadimos también la ralladura de la naranja y lo mezclamos todo con unas varillas.

Para hacer el dibujo en el molde ponemos una cucharada de una de las masas en el centro por ejemplo de la de cacao. Sobre esta ponemos una cucharada de la masa de vainilla

Continuamos con este proceso hasta que terminemos con ambas mezclas.

Si se nos va la mezcla para un lado podemos empezar de nuevo el proceso por el lado opuesto.

Lo llevamos al horno y lo dejamos que se haga durante unos 35 minutos o hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio.

Dejamos templar en el molde sobre una rejilla y luego desmoldamos y dejamos que se enfríe totalmente, aunque también es buena opción comerlo templado.