En primer lugar, pelamos las berenjenas y las ponemos en rodajas en un escurridor con un poco de sal en cada capa y un peso encima para que suelten agua durante 1 hora.

Troceamos la mozzarella y dejamos que suelte el agua en un escurridor.

Cortamos en gajos los tomates y picamos los dientes de ajo.

Añadimos un poco de aceite en una olla alta junto con el ajo. Cuando esté dorado, añadimos los tomates con un poco de sal y de azúcar. Removemos y añadimos 3 o 4 hojas de albahaca fresca troceadas con la mano. Tapamos la olla y dejamos cocinar durante 1 hora.

Secamos las rodajas de berenjena con papel de cocina.

Calentamos en una sartén bastante aceite y cuando esté caliente vamos friendo las rodajas de berenjena previamente enharinadas y pasadas por los huevos batidos. Importante no freír demasiadas a la vez.

Una vez fritas, las dejamos sobre una fuente con papel de cocina para que empape el aceite sobrante.

Cubrimos una fuente para horno con un poco de la salsa de tomate, a continuación una capa de berenjenas, cubrimos por encima con queso parmesano rallado y trocitos de mozzarella, añadimos unas hojas de albahaca y volvemos a cubrir con una capa de salsa de tomate. Montamos de la misma manera 2 capas más.

Horneamos durante 40 minutos a 220º C.

Receta elaborada por Daniela Padula