Comenzamos precalentando el horno a 180 ºC.

Hacemos un corte en las salchichas y exprimimos toda la carne en una sartén grande apta para el horno con un poco de aceite de oliva. Lo rehogamos a fuego medio durante 10 minutos o hasta que esté dorada y crujiente. Picamos finamente el hinojo, el chile y lo agregamos junto a las semillas y el romero a la sartén. Lo dejamos cocinar 10 minutos hasta que todas las verduras se ablanden. Vertemos el vino, la salsa de tomate y 400 ml de agua.

Nos llevamos la sartén al horno durante 2 horas a 180ºC. Cada 40 minutos lo revolvemos y añadimos un chorrito de agua si comienza a secarse.

Mientras tanto preparamos la pasta fresca. Comenzamos elaborando la masa mezclando los huevos y la harina. Incorporamos una pizca de sal y lo mezclamos con ayuda de un robot de cocina hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Dividimos la pasta en 6 piezas y extendemos cada pieza en láminas finas con un rodillo. Una vez tengamos el grosor deseado, unos dos milímetros aproximadamente, los cortamos con un cuchillo o con el cortador de pappardelle, y los impregnamos bien de harina para que no se pegue.

Cocinamos la pasta durante 2 o 3 minutos en agua hirviendo con sal. Cuando esté cocinada escurrimos la pasta reservando el agua de cocción.

Mezclamos el ragú con la pasta y añadimos un poco de agua de cocción en caso de que esté demasiado seco. Servimos con queso parmesano rallado y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

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