Lo primero que hacemos es congelar la melsa durante 48 horas.

Transcurrido el tiempo, sacar del congelador, pelarla y lavarla bien. Hacerle un corte a lo largo de un dedo de profundidad y cortes horizontales de un dedo de profundidad.

Por otra parte, en un vaso, mezclar el zumo de limón con un poco de aceite y salpimentar. Meter esta mezcla en cada uno de los cortes que hemos hecho a la melsa.

Disponer en una fuente refractaria y hornear a 180º C hasta que los bordes se doren.

Pelar las patatas y cortar para paja. Pasarlas por un bol con agua para quitarles la fécula y freír en abundante aceite caliente.

Trocear la carne y servir acompañada de las patatas paja.

Receta propuesta por Jesús Gangi