Precalentamos el horno a 170ºC, utilizaremos 3 moldes desmoldables de 13 cm, los engrasamos.

Tamizamos en un bol la harina de respotería, el cacao puro,la sal y el bicarbonato,reservamos.

Mezclamos la buttermilk con el colorante rojo, la vainilla el vinagre y dejamos reposar.

Con nuestro robot,batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y esponjosa, añadimos los huevos uno a uno (no añadimos el siguiente hasta que el anterior esté perfectamente integrado). Ahora añadimos los ingredientes secos que teníamos reservados en tres veces y los líquidos en dos partes, siempre acabando con los secos.

Dividimos la masa en tres partes para nuestros moldes, alisamos y horneamos durante 30-35minutos. Dejamos enfriar en rejilla durante 15 minutos y después desmoldamos y dejamos enfriarunos 40 minutos.

Cuando estén completamente fríos los envolvemos en papel film y los dejamos reposar en la nevera hasta el día siguiente.

Para el frosting de crema de queso, batimos en nuestro robot la mantequilla junto con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y esponjosa, añadimos el queso Philadelphia y batimos hasta que esté incorporado sin pasarse de batir.Añadimos el extracto de vainilla y dejamos enfriar en la nevera para que adquiera consistencia antes de usar.

Sacamos los bizcochos de la nevera y el frosting de crema de queso. Vamos montando las capas, bizcoho-crema y por último cubrimos la tarta entera con el resto de crema de queso y dejamos endurecer en la nevera.

Con lo que nos haya sobrado de crema de queso,realizamos unas rosas con una manga pastelera y con un clavo (lo realizaremos en un ambiente fresco para que no pierda su forma) y una vez hechas las rosas con una tijera especial la cortaremos de nuestro clavo y las colocaremos sobre la Layer Cake a nuestro gusto. Por último colocaremos las perlas de azúcar en todo el borde de la tarta.