Huesos de santo de chocolate (sin huevo) Por:
Claves
Ingr. prin.:Chocolate
Plato:Postre
Estilo: Cocina española,
Ambiente: De la abuela,
Tiempo: alto
Dificultad: medio
Ingredientes principales
300 g Harina de almendra
240 g Azúcar
120 ml Agua
100 g Cobertura de chocolate negro
100 ml Leche de coco
300 g Azúcar glace
2 cdas Agua
1 cdta Zumo de limón
  1. Receta paso a paso
  2. Comenzamos preparando el mazapán. Mezclamos el agua y el azúcar en un cazo, varillando bien para que se disuelva todo el azúcar. Lo ponemos al fuego, ya sin remover y lo llevamos a ebullición. Cuando comience a hervir, lo dejamos un par de minutos al fuego para que el almíbar coja más punto. Retiramos del fuego y volcamos dentro la harina de almendra. Removemos bien y dejamos que enfríe. Colocamos la masa en una mesa espolvoreada de azúcar glace y amasamos hasta que quede bien lisa. Si está pegajosa puedes añadir más azúcar glace. Formamos una bola y la dejamos reposar al menos una hora.

    Mientras tanto preparamos la crema de chocolate. Colocamos la leche de coco y el chocolate en pedazos en un bol apto para microondas. Calentamos la mezcla en tandas de 30 segundos, removiendo generosamente entre tanda y tanda, hasta que se forme la ganache. Dejamos que se enfríe a temperatura ambiente y que vaya cogiendo cuerpo.

    Pasado el tiempo de reposo, dividimos la masa en dos y estiramos una mitad hasta un grosor de unos 3 mm. Con ayuda de unos palitos finos, de unas brochetas, de un rodillo de decoración o lo que tengáis a mano, hacemos unas marcas longitudinales a la plancha. Cortamos cuadritos de 5x5 ó 6x6, los enrollamos ayudándonos de un palito más grueso o del mango de algún utensilio de cocina. Sellamos el cierre con un poco de agua y presionando un poquito. Colocamos los rollitos en un plato, en posición vertical, y los dejamos al aire unas horas o hasta el día siguiente, para que se sequen un poco.

    Con una manga pastelera y una boquilla de relleno, introducimos la crema en cada huesito. Una vez rellenos, preparamos un glaseado añadiendo el agua y el zumo de limón al azúcar glace. Bañamos cada canutillo y los dejamos escurrir y secar sobre una rejilla.