En primer lugar se pone a precalentar el horno a 180ºC.
Para la preparación de la masa de galletas, se tamiza la harina junto a la levadura y las especias en un bol, y se reserva. En otro bol se mezcla con la batidora a media velocidad la mantequilla y el azúcar moreno hasta que quede una mezcla suave y cremosa. Se añade el huevo y la miel y se mezcla de nuevo hasta que la mezcla esté homogénea. Entonces se echa en el bol que contiene la mezcla de ingredientes secos y se bate a velocidad baja para incorporar todos los ingredientes. En un plato a parte se pone el azúcar que se va a emplear para cubrir las galletas. Con una cuchara y con ayuda de las manos se forman bolas de masa de galleta y se rebozan en el azúcar. Cada bolita se coloca sobre un papel de horno, para evitar que se queden pegadas en la bandeja, separándolas entre sí unos 5 mm. Es importante no ponerlas juntas para evitar que durante el horneado se peguen unas a otras, ya que van a aumentar su volumen. Se hornean durante 12-14 min, hasta que se vean que están doradas y con los bordes ligeramente tostados. Tras sacarlas del horno se dejan enfriar unos 5 min sobre la bandeja, y después se pasan a una rejilla metálica hasta que estén completamente frías.