Para el ajo

Precalentamos el horno a 200ºC. Engrasamos un bol grande.

Cortamos ½ cm de la parte superior de la cabeza de ajo para exponer los dientes. La colocamos sobre papel de aluminio, rociamos con aceite de oliva y sazonamos con sal.

Envolvemos firmemente en papel de aluminio y horneamos 200º hasta que se ablande, de 40 a 45 minutos. Dejamos enfriar.

Para la focaccia

Mezclamos 290 g de harina, levadura instantánea, azúcar y sal en un bol grande. Hacemos un hueco en el medio, vertemos agua 60 ml de aceite de oliva y revolvemos con una cuchara de madera hasta que quede más o menos integrada.

Ponemos la masa sobre una superficie de trabajo bien enharinada, añadimos el ajo asado y amasamos durante 6 minutos hasta que esté suave y elástica, agregando más harina según sea necesario para que tenga una textura suave pero no pegajosa.

Formamos una bola con la masa y la ponemos en el tazón engrasado. Cubrimos con film transparente y un paño de cocina y dejamos en un lugar cálido para que la masa suba hasta que duplique su tamaño, aproximadamente 1 hora.

Vertemos el aceite de oliva restante en un molde para hornear de 33x23 cm.

Pasamos la masa al molde y la estiramos suavemente haciendo unos agujeros con los dedos.

De nuevo la tapamos con film transparente y un paño de cocina y dejamos en un lugar cálido hasta que casi duplique su tamaño, aproximadamente de 45 minutos a 1 hora.

Calentamos el horno a 220ºC. Esparcimos la masa con parmesano y horneamos hasta que esté dorado, aproximadamente de 20 a 22 minutos.