En primer lugar preparamos la pera. La pelamos, retiramos el corazón, la cortamos en cuadraditos y la confitamos. Para ello ponemos en una olla una cantidad de agua igual al peso de la pera y una cantidad de azúcar equivalente a la mitad de su peso. La confitamos muy lentamente, sin consumir el almíbar, y cuando la pera empiece a cambiar de color y esté blandita la retiramos del fuego. A continuación la colamos y recuperamos el almíbar para la vinagreta. Reservaremos también la fruta.

Por otro lado, elaboramos el magret. En una sartén antiadherente marcamos la carne de pato a fuego vivo por la parte de la piel. No hace falta ponerle aceite porque el magret ya tiene mucha grasa. Cuando esté tostada retiramos del fuego. Dejamos que se enfríe un poco y quitamos la piel. Una vez hecho, volvemos a dorarlo por ambas partes en la sartén y lo sazonamos. Lo retiramos y esperamos a que se enfríe totalmente para cortarlo. Lo cortamos en láminas muy finas y reservamos.

Para la vinagreta mezclamos en un vaso apto para batidora aceite, vinagre balsámico, el almíbar de la pera, sal y pimienta. Batimos bien y reservamos.

Por último hacemos el acompañamiento. Por un lado, lavamos y cortamos a la mitad los tomatitos y por otro, troceamos el queso azul.

Emplatamos poniendo las hojas de ensalada en la base del plato aliñándola con nuestra vinagreta. Colocamos por encima los trocitos confitados de pera, los tomatitos partidos por la mitad en los laterales y el queso azul repartido. Por último, ponemos el magret , rociamos aceite y de nuevo un poquito de vinagreta.

Servimos.